Un tejado es la parte superior de un edificio que sirve para protegerse del sol y de las inclemencias del tiempo. Los tejados pueden ser de madera, hormigón, acero y otros materiales. Según el número de pisos, los tejados son de una, dos o tres vertientes, etc. Para cubrir la construcción del techo se utilizan tejas cerámicas o bituminosas, paneles de vidrio, así como policarbonato, paneles compuestos o sándwich.
Un cielorraso es la parte superior de un espacio dentro del edificio que sirve para separarlo del techo o de otro espacio superior. Existen diferentes modelos de techos suspendidos, que tienen determinadas funciones como el aislamiento térmico o acústico y muy a menudo una función decorativa. Los materiales utilizados para los techos suspendidos también definen su tipo: placas de yeso con relleno de lana mineral, revestimientos de PVC, cazado de aluminio, paneles minerales y paneles compuestos.
¿Qué es un sistema de construcción en seco con perfiles TX?
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Este tipo de técnica de construcción es muy utilizado para lograr sistemas de soporte de cielorrasos suspendidos compatibles con todo tipo de placas del mercado. Para los ingenieros y arquitectos este tipo de material resulta ser de máxima precisión y alta prestación, que facilitan la instalación de casi cualquier tipo de estructura y diseño. Lo que satisface las necesidades de casi la totalidad de los proyectos de construcción en seco en nuestro país.
Para que se usa un cielorraso suspendido
Principalmente, es un aislamiento térmico y acústico, puesto que la cavidad que se forma gracias a la instalación del techo suspendido puede rellenarse con aislamiento de lana mineral u otro material de aislamiento acústico o térmico. Esto hace que el producto tenga muy buenas características de aislamiento térmico y confort acústico.
Resistencia al fuego, ya que los paneles de fibra mineral y las láminas de aluminio son resistentes al fuego y cumplen todas las normas de resistencia al fuego.
Limpieza, al ser los materiales utilizados para los techos suspendidos son fáciles de limpiar, ya que el entorno y la necesidad de limpieza frecuente determinan el tipo de techo en sí.
Fácil de mantener: la mayoría de los techos suspendidos no requieren mantenimiento, pero si es necesario, es extremadamente fácil de hacer el bricolaje y no hay necesidad de buscar especialistas para hacerlo.
Aptos para el reciclado: la mayoría de los materiales utilizados para los techos suspendidos son objeto de reciclaje, lo que ayuda a proteger el medio ambiente y la naturaleza.